Como arreglar abolladuras del Carro sin dañar la pintura

Todos queremos que la línea de nuestro carro se mantenga impecable luciendo siempre como nuevo, algo muy difícil de lograr ya que en ocasiones nos encontramos con pequeños incidentes que dañan la visual del vehículo bien sea dañando la pintura u ocasionando abolladuras molestas y que puedan volverse un serio dolor de cabeza para nuestro bolsillo.
Alguno de nosotros hemos estado en la situación de que nuestro auto presenta una pequeña abolladura, lo suficientemente grande para molestarnos la vista pero también muy pequeña como para tener que acudir a un taller de latonería y pintura, por lo que suele pasar bastante tiempo allí haciendo que nuestro auto no luzca demasiado bien.

Existen métodos prácticos y fáciles para sacar abolladuras, repasemos paso a paso uno de los mas efectivos.

  • Necesitaremos calentar agua en la cocina hasta el punto que esta esté hirviendo, también debemos tener a la mano un recipiente con agua muy fría, si es posible que este justo por debajo del punto de congelación.
  • Primero procedemos a verter el agua caliente sobre la abolladura y su alrededor lentamente dando tiempo para que el metal se caliente.
  • Una vez agotada el agua caliente tomamos rápidamente el agua fría y realizamos el mismo proceso, es importante que el procedimiento se haga rápidamente para que el choque de temperaturas en el metal tenga mayor efecto.
  • Una vez vertida el agua fría procedemos a dar suaves golpes con nuestro puño alrededor de la abolladura para ayudar a que el metal vuelva a su posición original, en muchas ocasiones esto no es necesario ya que el latón del vuelve a su posición original por si solo sin necesidad de golpearlo.
  • Si queda alguna hendidura muy pequeña que no podemos arreglar con este procedimiento, podemos también utilizar una ventosa o destapa caños y aplicar presión sobre dicha abolladura.
Es un procedimiento totalmente básico, efectivo, rápido y prácticamente gratis, el cual devolverá a nuestro carro su perfecta silueta y hermosa presencia, dándonos total tranquilidad y ahorrándonos una visita al taller de latonería que nos hubiese costado unos cuantos billetes.

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