
El SUV lujoso de Ford que se ubica
un escalón de superioridad del Kuga. Sin duda alguna que los SUV existen
y al parecer continuarán de moda durante los venideros meses e inclusive años,
se podría decir. La estrella en esta oportunidad es el Ford Edge, con motor
Diésel 2.0 TDCI con dos turbos que despliega 210 CV de
fuerza.
El Ford Edge es el
nuevo AS de la gama SUV de Ford para Europa. Y decimos
AS porque la unidad experimentada superaba por 76 kg las 2 toneladas. Es
un vehículo colosal, superando los 4,8 metros de largo, posee cambios
automáticos, total tracción… El peso proyectado en las básculas, está en equilibrio
con la de sus rivales. En cuanto al funcionamiento de la tracción es muy sencillo, recorriendo
en la mayoría de las condiciones como una tracción delantera y enviando par
al eje posterior por medio de un encaje a la entrada del engranaje, sólo cuando
se demanda y las situaciones de motricidad que posee en esos momentos las
ruedas traseras hacen demandar más par.
A pesar de contar con total tracción,
no se considera al nuevo Ford Edge 2.0 TDCI de 210 CV como un legítimo
todo terreno, sino como un gran vehículo SUV, entre algunas cosas por la poca
altura que la distancia al suelo y los neumáticos que resultan de serie en
este estilo Sport (255/45 R20). Estas características se evidencian,
cuando conduces el nuevo Ford Edge en autopistas desiguales. posee una adaptación
a punto muy dinámica de gama, contrariamente de sus dimensiones y peso, el balanceo
no es superior y lo “vivo” del eje trasero se asemeja, al de los Ford
Focus.
Ford Edge 2.0 TDCi 210 CV, al volante
El motor de dos litros y doble
turbo alimentador mueve ambas toneladas del borde con fluidez, aunque se
destaca por las presentaciones obtenidas, no por la sensación de empuje.
Probablemente el motivo está en la gran suavidad en la entrega de potencia,
calidad compartida con la caja de variaciones de doble embrague Powershift, en
la que da prioridad a la suavidad antes que los cambios instantáneos de la DSG
del Grupo Volkswagen, por poner un ejemplo.
En cuanto a los consumos reales
del Ford Edge 2.0 TDCi 210 CV, estos alcanzan lugares altos para los tiempos
que recorren, pero entran en la media de lo normal cuando tenemos las
características del vehículo presente. De ambos recorridos que se realizaron en
el Centro Técnico, es el de ciudad el que nos parece más meritorio, ya que no
supera los 10 litros en 100 km.