Así como los fabricantes de diamantes certifican que sus piedras preciosas son “sin sangre”, Codelco quiere promover un sello para el cobre chileno que apruebe que el metal rojo del país es circunstancialmente sostenible, que en su fabricación se respetan los derechos humanos, no se discrimina, se valora a las comunidades y no se fomentan prácticas corruptas. Ese cobre “bueno”, “verde” o “sin sangre”, como se le ha citado, podría tener un mejor precio en el mercado internacional. Por eso la estatal selló hace unos días un convenio con la compañía alemana de autos de lujo BMW y con la europea Nexans para que obtengan este metal con esa alegación. En noviembre pasado, Codelco concedió un contrato similar con la japonesa Mitsui, que mercantiliza entre un 25% a un 30% del cobre de la minera estatal.
El director de Codelco, Óscar Landerretche, contrastó que con estos contratos se alcanza abarcar toda la cadena de marketing del mineral. “Mitsui es el primordial vendedor mayorista, Nexans es nuestro cliente europeo más trascendente y fabrica cables de cobre, y BMW está en el actual eslabón de la cadena, porque elabora un beneficio como los automóviles, que va al consumidor final”, explicó el directivo.